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Writer's pictureMarissa Galván

¿Seguimos siendo de alguna utilidad?


Esta es una pregunta que se hace Dietrich Bonhoeffer en medio de su reflexión sobre el papel del cristianismo en la Alemania Nazi. Luego trata de hallar alguna lección que la gente cristiana pueda aprender de ese momento histórico y dice: «Por una vez hemos aprendido a ver los grandes acontecimientos de la historia mundial desde abajo, desde la perspectiva de la gente marginada, de las personas bajo sospecha, de la gente maltratada, impotente, oprimida y vilipendiada; en resumen, desde la perspectiva de quienes sufren». Esto para el, es una posición más útil y más fructífera para las personas que declaran seguir a Cristo en el mundo.


Tengo que admitir que Bonhoeffer siempre me ha puesto nerviosa. El pensar en un hombre que sigue a Cristo como alguien que participó de alguna manera en un complot para asesinar a otro ser humano, más allá de que ese ser humano fuera Hitler, va en contra de todo el pacifismo en mi ser, que recuerda una ocasión en que, por accidente, pisé una lagartija en la oscuridad y se siente todavía culpable. Ahora, una película que lo presenta como una versión cristiana de James Bond está siendo vista por muchas personas cristianas y parece presentar un mensaje que justifica una respuesta violenta a las cosas que están pasando en el mundo.


 

Mac Loftin, en su artículo «The new Bonhoeffer movie isn’t just bad. It’s dangerous» presenta una lista de cosas peligrosas que son presentadas en la película:


Instrumentalización política


Bonhoeffer es frecuentemente citado por sectores políticos, particularmente la derecha estadounidense, para justificar sus agendas. Por ejemplo, Bonhoeffer es mencionado en documentos como el «Mandate for Leadership» (Mandato para el liderazgo) para criticar temas como el activismo de fronteras abiertas, comparándolo con la «gracia barata» que él denunció. Esto es visto como una tergiversación obscena, ya que Bonhoeffer expresó ideas  antifascistas.


El documento que menciona Loftin es una serie de publicaciones de la Heritage Foundation, que ofrecen recomendaciones de políticas conservadoras para ser implementadas por el gobierno federal de Estados Unidos. Las publicaciones han servido como guía para administraciones entrantes, proporcionando propuestas detalladas para reformar diversas agencias y departamentos gubernamentales. En la edición más reciente se aborda una amplia gama de temas, incluyendo la seguridad nacional, la economía y la política exterior. En este contexto, se hace referencia a Bonhoeffer, específicamente en relación con el concepto de «gracia barata» . El documento utiliza este término para cuestionar ciertas políticas progresistas, sugiriendo que algunas acciones de la izquierda, como el defender políticas de fronteras abiertas, representan ejemplos de «gracia barata», tergiversando este concepto teológico para que conecte con la filosofía de «pull yourself up by your bootstraps» (levántate tirando de tus propias correas de las botas), que resalta la idea de que una persona puede superar las dificultades y alcanzar el éxito únicamente mediante su esfuerzo, determinación y trabajo duro. Este concepto ha sido ha sido criticado desde siempre por ignorar las desigualdades estructurales, como la pobreza, la discriminación o la falta de acceso a oportunidades. Estas barreras hacen que la autosuficiencia pura sea inviable para muchas personas.


La idea del «momento Bonhoeffer»

Algunas personas consideran que existen situaciones históricas en las que la violencia se justifica moralmente, como en la conspiración de Bonhoeffer para asesinar a Hitler. Este concepto es peligroso porque simplifica los dilemas éticos complejos y promueve la idea de que ciertos actos violentos son intrínsecamente buenos.


Esto conecta con otros temas como la guerra justa, la malinterpretación del ojo por ojo y diente por diente, y el complejo de heroísmo que existe de maneras no definidas en la cultura estadounidense y que idealiza al héroe solitario, el sacrificio personal, las virtudes excepcionales (y de eso hay mucho que decir), las acciones decisivas que resuelvan rápidamente problemas complejos, o la necesidad de encontrar a mesías que resuelvan los grandes problemas del país. 


Fascinación con la violencia «justa»

La derecha ha romantizado la participación de Bonhoeffer en la resistencia como un acto de «violencia justa». Sin embargo, el propio Bonhoeffer nunca justificó moralmente el intento de asesinato de Hitler y consideraba que toda violencia, incluso necesaria, era un pecado que requería arrepentimiento.


Moralidad falsa y claridad ilusoria

Bonhoeffer advirtió que cualquier sensación de claridad moral absoluta es una ilusión peligrosa que puede llevarnos a justificar acciones incorrectas creyendo que estamos del lado del bien. Esto es una trampa que el fascismo y el autoritarismo usan para ganar adeptos.


Una de las razones por las cuales un culto sano de adoración siempre debe incluir un momento de confesión de pecados es precisamente para recordarnos que, a pesar de todo el esfuerzo que hagamos, nunca estaremos libres de pecar y siempre necesitaremos el perdón de Dios.  Esto no es una justificación para pecar si medida, pero tampoco es una justificación para pasar sentencias y para creer que, porque seguimos a Cristo, estamos más allá de cualquier reproche. Por eso es importante la auto-evaluación, tanto personal como sistémica. Hay que seguir pidiendo perdón y arrepintiéndonos.  


Distorsión en la cultura popular

Películas y libros recientes, como el de Eric Metaxas, presentan una versión distorsionada de Bonhoeffer, reduciéndolo a un héroe que actúa con claridad moral en un enfrentamiento entre el bien y el mal. Esto no solo contradice su pensamiento, sino que también elimina el dilema ético y la «agonía moral» que definieron su vida y decisiones.


Y el peligro del «fanatismo ético»

Bonhoeffer criticó a las personas que él reconoció como fanáticas éticas, quienes creen que pueden enfrentar el mal con pureza moral y voluntad férrea. Según él, esto lleva a una ceguera ante la propia complicidad y los matices de la realidad moral, haciendo a las personas vulnerables a las manipulaciones del fascismo. 


 

Desde hace siglos, la iglesia se ha enfrentado a momentos históricos de auto-evaluación desde los concilios que definieron ciertos asuntos teológicos, hasta momentos como la reforma y los movimientos post-cristianos que ya son una realidad en diferentes partes del mundo. Cada vez que la iglesia ha reaccionado con terror y ha intentado ver los acontecimientos mundiales desde arriba, la iglesia ha estado en lo que muchas personas han llamado «el lado erróneo» de la historia. Desafortunadamente, seguimos sin aprender la lección que Bonhoeffer, dentro de su agonía al ver la vida de la Iglesia y de su país deteriorarse de tal manera que dejó de comportarse como Cristo, nos dejó y que es más importante que estas idealizaciones de Bonhoeffer como alguien que fue más allá de ser pastor, hasta convertirse en James Bond. 


Hay muchas personas que han escogido el camino de la no violencia para lograr cambios de impacto en las vidas de personas marginadas en este país. El Rvdo. Dr. Martin Luther King es uno de ellos. Su sacrificio fue enorme, pero quien le ve como un hombre perfecto, pierde de perspectiva su gran lucha mental, emocional y espiritual, que es parte de nuestras propias luchas. El Rvdo. Dr. Dietrich Bonhoeffer también fue un hombre que, debido a sus convicciones cristianas, luchó en contra de pensamientos que exaltaban a unos seres humanos sobre otros, en contra de sistemas que exaltaron la violencia, y en contra de nociones de gracia que declarara un discipulado sin cambio real, sin arrepentimiento, sin transformación, vivida en superficialidad y sin ninguna exigencia. La iglesia se debilita cuando no reconoce su pecado y cuando no asume su responsabilidad con la gente maltratada, impotente, oprimida y vilipendiada.


Hay mucha gente citando a Bonhoeffer en estos momentos históricos de la vida aquí en Estados Unidos. Sin embargo, el llamado aquí no es a citar ni a agarrarnos de ejemplos históricos porque caeremos en las mismas situaciones que criticamos en otras personas. Victoria Barnett nos dice que no existe tal cosa como un momento Bonhoeffer y que lo más importante que hizo este hombre fue tratar de actuar con decencia frente al mal . Dios permita que pueda hacer yo lo mismo, tratando de contestar la pregunta de si el cristianismo es de alguna utilidad, con un amor incondicional por cada persona y ser viviente creado por Dios. 

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