top of page
Search
Writer's pictureMarissa Galván

Updated: Jan 1


Durante la época electoral, escuché a un candidato en Puerto Rico invitando a las personas a «votar por valores y no colores». Esta es una frase que suena poderosa y atractiva. Incluso, hay páginas de Internet diseñadas para ayudar a votar según los valores que marcan nuestras vidas y se habla de partidos que toman en serio o no los valores familiares de las personas. Sin embargo, muchas veces quienes se presentan como candidatas y candidatos limitan su discurso a valores familiares «de derecha» o «de izquierda» sin explicarlos con claridad. Cuando oí al candidato utilizando este llamativo eslogan, no pude evitar preguntarme: ¿De qué valores está hablando? ¿Está hablando sobre los famosos valores familiares, o está hablando de otra cosa?



Esta pregunta es, sin duda, sabia y válida. Como persona cristiana, entiendo que mis valores deben estar claramente definidos y basados en la vida y enseñanzas de Jesús. De lo contrario, podría cometer el error de votar por cualquier «Juan, Juana o Juane» que utilice términos ambiguos como «valores», «cristianismo», «conservadurismo» o «liberalismo». Saber cuáles son los valores que profesan estas personas es esencial para decidir si merecen o no mi voto.


A partir de mi estudio bíblico, estos son algunos de los valores más importantes que identifico en Jesús:


El amor

  • Amar a Dios y al prójimo: Jesús señaló que los mandamientos más importantes son amar a Dios con todo el corazón, alma y mente, y amar al prójimo como a uno mismo (Mateo 22:37–39).

  • Amor sacrificial y desinteresado: Cristo mostró el amor supremo al entregar su vida por la humanidad (Juan 15:13).


La compasión

  • Cuidar a quienes enfrentan exclusión: Jesús mostró una profunda compasión hacia las personas en pobreza, enfermedad o exclusión social. Sanó, alimentó y abrazó a quienes eran rechazados (Lucas 4:18–19; Mateo 25:35–40).

  • Perdonar: Practicó y enseñó el perdón, alentando a sus seguidores a perdonar como Dios lo hace con nosotros (Mateo 6:14–15; Lucas 23:34).


La justicia y la rectitud

  • Defender a las personas oprimidas: Jesús condenó la injusticia y la opresión, exigiendo equidad e integridad (Mateo 23:23; Lucas 4:18).

  • Practicar la verdad: Valoró la honestidad y la autenticidad en la adoración y las relaciones humanas (Juan 14:6; Mateo 5:37).


La humildad

  • Servir con humildad: Jesús modeló el liderazgo desde el servicio, lavando los pies de sus discípulos y enseñando que la grandeza radica en servir a los demás (Juan 13:14–15; Marcos 10:42–45).

  • Dependencia de Dios: Vivió en oración constante, confiando siempre en la voluntad del Padre (Mateo 26:39; Juan 5:30).


La paz

  • Promover la reconciliación: Bendijo a quienes trabajan por la paz y alentó la búsqueda activa de reconciliación (Mateo 5:9; Juan 14:27).

  • Rechazar la violencia: Nos enseñó a poner la otra mejilla y amar incluso a nuestras enemigas y enemigos (Mateo 5:38–44).


La fidelidad a la misión de Dios

  • Proclamar el Reino de Dios: Jesús dedicó su vida a anunciar la llegada del reino de Dios, un reino de renovación y restauración (Marcos 1:15; Lucas 4:43).

  • Obediencia a Dios: Se sometió plenamente a la voluntad de Dios, incluso hasta la muerte (Filipenses 2:8; Juan 17:4).


La inclusión

  • Dar la bienvenida a toda persona: Jesús acogió a quienes eran marginados, incluyendo a las personas consideradas pecadoras, recaudadores de impuestos y gentiles, extendiendo la gracia de Dios a todas (Lucas 19:10; Mateo 11:19).

  • Romper barreras sociales: Cuestionó las normas culturales al relacionarse con mujeres, samaritanos y otras personas excluidas (Juan 4:7–26; Lucas 8:1–3).


Estos valores nos presentan un Jesús que ama, sirve, perdona, abraza, no excluye ni odia, y utiliza su poder para sanar, nunca para destruir. Si estas características no están presentes en las personas que buscan servir en un puesto público, ya sea que provengan de la izquierda, derecha o el centro, entonces esas candidaturas no reflejan los valores que como seguidora de Cristo reconozco en mi fe.


Por eso, quienes seguimos a Jesús debemos preguntarnos: ¿Cuáles son los valores de las personas que pretenden representarnos? Si no hacemos esta reflexión, corremos el riesgo de votar basándonos en colores, prejuicios o intereses personales, en lugar de en principios. Y al hacerlo, perpetuamos las fobias, corrupciones y divisiones que Jesús vino a sanar.


¿Estamos realmente en la disposición de votar realmente por los valores de Cristo?

7 views0 comments
Writer's pictureMarissa Galván

Esta es una pregunta que se hace Dietrich Bonhoeffer en medio de su reflexión sobre el papel del cristianismo en la Alemania Nazi. Luego trata de hallar alguna lección que la gente cristiana pueda aprender de ese momento histórico y dice: «Por una vez hemos aprendido a ver los grandes acontecimientos de la historia mundial desde abajo, desde la perspectiva de la gente marginada, de las personas bajo sospecha, de la gente maltratada, impotente, oprimida y vilipendiada; en resumen, desde la perspectiva de quienes sufren». Esto para el, es una posición más útil y más fructífera para las personas que declaran seguir a Cristo en el mundo.


Tengo que admitir que Bonhoeffer siempre me ha puesto nerviosa. El pensar en un hombre que sigue a Cristo como alguien que participó de alguna manera en un complot para asesinar a otro ser humano, más allá de que ese ser humano fuera Hitler, va en contra de todo el pacifismo en mi ser, que recuerda una ocasión en que, por accidente, pisé una lagartija en la oscuridad y se siente todavía culpable. Ahora, una película que lo presenta como una versión cristiana de James Bond está siendo vista por muchas personas cristianas y parece presentar un mensaje que justifica una respuesta violenta a las cosas que están pasando en el mundo.


 

Mac Loftin, en su artículo «The new Bonhoeffer movie isn’t just bad. It’s dangerous» presenta una lista de cosas peligrosas que son presentadas en la película:


Instrumentalización política


Bonhoeffer es frecuentemente citado por sectores políticos, particularmente la derecha estadounidense, para justificar sus agendas. Por ejemplo, Bonhoeffer es mencionado en documentos como el «Mandate for Leadership» (Mandato para el liderazgo) para criticar temas como el activismo de fronteras abiertas, comparándolo con la «gracia barata» que él denunció. Esto es visto como una tergiversación obscena, ya que Bonhoeffer expresó ideas  antifascistas.


El documento que menciona Loftin es una serie de publicaciones de la Heritage Foundation, que ofrecen recomendaciones de políticas conservadoras para ser implementadas por el gobierno federal de Estados Unidos. Las publicaciones han servido como guía para administraciones entrantes, proporcionando propuestas detalladas para reformar diversas agencias y departamentos gubernamentales. En la edición más reciente se aborda una amplia gama de temas, incluyendo la seguridad nacional, la economía y la política exterior. En este contexto, se hace referencia a Bonhoeffer, específicamente en relación con el concepto de «gracia barata» . El documento utiliza este término para cuestionar ciertas políticas progresistas, sugiriendo que algunas acciones de la izquierda, como el defender políticas de fronteras abiertas, representan ejemplos de «gracia barata», tergiversando este concepto teológico para que conecte con la filosofía de «pull yourself up by your bootstraps» (levántate tirando de tus propias correas de las botas), que resalta la idea de que una persona puede superar las dificultades y alcanzar el éxito únicamente mediante su esfuerzo, determinación y trabajo duro. Este concepto ha sido ha sido criticado desde siempre por ignorar las desigualdades estructurales, como la pobreza, la discriminación o la falta de acceso a oportunidades. Estas barreras hacen que la autosuficiencia pura sea inviable para muchas personas.


La idea del «momento Bonhoeffer»

Algunas personas consideran que existen situaciones históricas en las que la violencia se justifica moralmente, como en la conspiración de Bonhoeffer para asesinar a Hitler. Este concepto es peligroso porque simplifica los dilemas éticos complejos y promueve la idea de que ciertos actos violentos son intrínsecamente buenos.


Esto conecta con otros temas como la guerra justa, la malinterpretación del ojo por ojo y diente por diente, y el complejo de heroísmo que existe de maneras no definidas en la cultura estadounidense y que idealiza al héroe solitario, el sacrificio personal, las virtudes excepcionales (y de eso hay mucho que decir), las acciones decisivas que resuelvan rápidamente problemas complejos, o la necesidad de encontrar a mesías que resuelvan los grandes problemas del país. 


Fascinación con la violencia «justa»

La derecha ha romantizado la participación de Bonhoeffer en la resistencia como un acto de «violencia justa». Sin embargo, el propio Bonhoeffer nunca justificó moralmente el intento de asesinato de Hitler y consideraba que toda violencia, incluso necesaria, era un pecado que requería arrepentimiento.


Moralidad falsa y claridad ilusoria

Bonhoeffer advirtió que cualquier sensación de claridad moral absoluta es una ilusión peligrosa que puede llevarnos a justificar acciones incorrectas creyendo que estamos del lado del bien. Esto es una trampa que el fascismo y el autoritarismo usan para ganar adeptos.


Una de las razones por las cuales un culto sano de adoración siempre debe incluir un momento de confesión de pecados es precisamente para recordarnos que, a pesar de todo el esfuerzo que hagamos, nunca estaremos libres de pecar y siempre necesitaremos el perdón de Dios.  Esto no es una justificación para pecar si medida, pero tampoco es una justificación para pasar sentencias y para creer que, porque seguimos a Cristo, estamos más allá de cualquier reproche. Por eso es importante la auto-evaluación, tanto personal como sistémica. Hay que seguir pidiendo perdón y arrepintiéndonos.  


Distorsión en la cultura popular

Películas y libros recientes, como el de Eric Metaxas, presentan una versión distorsionada de Bonhoeffer, reduciéndolo a un héroe que actúa con claridad moral en un enfrentamiento entre el bien y el mal. Esto no solo contradice su pensamiento, sino que también elimina el dilema ético y la «agonía moral» que definieron su vida y decisiones.


Y el peligro del «fanatismo ético»

Bonhoeffer criticó a las personas que él reconoció como fanáticas éticas, quienes creen que pueden enfrentar el mal con pureza moral y voluntad férrea. Según él, esto lleva a una ceguera ante la propia complicidad y los matices de la realidad moral, haciendo a las personas vulnerables a las manipulaciones del fascismo. 


 

Desde hace siglos, la iglesia se ha enfrentado a momentos históricos de auto-evaluación desde los concilios que definieron ciertos asuntos teológicos, hasta momentos como la reforma y los movimientos post-cristianos que ya son una realidad en diferentes partes del mundo. Cada vez que la iglesia ha reaccionado con terror y ha intentado ver los acontecimientos mundiales desde arriba, la iglesia ha estado en lo que muchas personas han llamado «el lado erróneo» de la historia. Desafortunadamente, seguimos sin aprender la lección que Bonhoeffer, dentro de su agonía al ver la vida de la Iglesia y de su país deteriorarse de tal manera que dejó de comportarse como Cristo, nos dejó y que es más importante que estas idealizaciones de Bonhoeffer como alguien que fue más allá de ser pastor, hasta convertirse en James Bond. 


Hay muchas personas que han escogido el camino de la no violencia para lograr cambios de impacto en las vidas de personas marginadas en este país. El Rvdo. Dr. Martin Luther King es uno de ellos. Su sacrificio fue enorme, pero quien le ve como un hombre perfecto, pierde de perspectiva su gran lucha mental, emocional y espiritual, que es parte de nuestras propias luchas. El Rvdo. Dr. Dietrich Bonhoeffer también fue un hombre que, debido a sus convicciones cristianas, luchó en contra de pensamientos que exaltaban a unos seres humanos sobre otros, en contra de sistemas que exaltaron la violencia, y en contra de nociones de gracia que declarara un discipulado sin cambio real, sin arrepentimiento, sin transformación, vivida en superficialidad y sin ninguna exigencia. La iglesia se debilita cuando no reconoce su pecado y cuando no asume su responsabilidad con la gente maltratada, impotente, oprimida y vilipendiada.


Hay mucha gente citando a Bonhoeffer en estos momentos históricos de la vida aquí en Estados Unidos. Sin embargo, el llamado aquí no es a citar ni a agarrarnos de ejemplos históricos porque caeremos en las mismas situaciones que criticamos en otras personas. Victoria Barnett nos dice que no existe tal cosa como un momento Bonhoeffer y que lo más importante que hizo este hombre fue tratar de actuar con decencia frente al mal . Dios permita que pueda hacer yo lo mismo, tratando de contestar la pregunta de si el cristianismo es de alguna utilidad, con un amor incondicional por cada persona y ser viviente creado por Dios. 

19 views0 comments
Writer's pictureMarissa Galván

I have a war in my veins..

My blood is the conquering

and the conquered.

A confusion of identities,

battle in my soul.

Am I colonized or colonizer?

I come from the land of valiant caciques,

but also from the oppression of the debravadores...

Depraved ambition tries to suppress

the dancing for the hurricane to go away.

I come from the land of taínos...

and I will hold for dear life to its roots

and will ask Guakía Baba

to cleanse the hate with fire

and to raise in bravery

against those who seek to imprison my soul.

One identity over the other.

Juracan nah, Yuquiyu jau,

Help my storyteller to survive.


Tengo una guerra en mis venas.

Mi sangre es la del conquistador

y la conquistada.

Una confusión de identidades,

batalla en mi alma.

¿Soy colonizada o colonizadora?

Vengo de la tierra de los caciques valientes,

pero también de la opresión de los debravadores...

La ambición depravada intenta reprimir

la danza para que se vaya el huracán.

Vengo de la tierra del pueblo taíno...

y me aferraré a la vida de sus raíces

y pediré a Guakía Baba

que limpie el odio con fuego

y me levante en valentía

contra quienes pretendan aprisionar mi alma.

Una identidad sobre la otra.

Juracan nah, Yuquiyu jau,

Ayuda a mis historias a sobrevivir.



bottom of page